En ciertos lugares, los que denominaremos como: los narcocratas, lograron reemplazar a los gobiernos locales y a ejercer su autoridad fáctica por el control y el orden. Si el pueblo lo pidió o no, al parecer jamas se le preguntó.

Lo que necesitamos comprender es que el NARCOTRAFICO es un fenómeno económico, pero se desarrolla en lo político y en lo social. Un fenómeno político, económico y social latente, sin esclarecer y sin plantear soluciones efectivas a una crisis que existe desde que no se quiso, o no se supo, regular este gran mercado clandestino para el máximo beneficio entre los mexicanos. 

El narcotráfico supone el comercio de sustancias tóxicas, que engloba la fabricación, distribución, venta, control de mercados, consumo y reciclaje de estupefacientes (algunos extremadamente dañinos para la salud). La mayoría de las legislaciones internacionales prohíben o limitan el narcotráfico con penas que incluyen la ejecución por diversos medios, aunque esto varía en función de la sustancia y de la legislación local. Un estudio de la ONU indicó que "el tráfico global de droga generó aproximadamente 321.6 miles de millones en 2003. Esta cifra sería el 1% del producto interno bruto global de 2003 [No se tienen datos actualizados e informados por la ONU, pero aquí en México se creía que es más del triple porque aumentó la demanda de sustancias a partir del 2006, curiosamente en el periodo de Felipe Calderón, que supuestamente libraba una guerra contra los mismos narcotraficantes A partir de 2012, EPN minimizó cualquier tipo de propaganda y sobre todo, esos datos, en medios nacionales… No se cuenta con la certeza de esos datos financieros, no se sabe cuánto genera el narcotráfico mexicano en el mundo]. El consumo de drogas está extendido por el globo y según Anabel Hernández, que investigó esos márgenes de utilidad, del narcotráfico:  “un kilo de cocaína de buena calidad se compraba en Colombia en 2500 dólares y se vendía en Nueva York en 28 mil dólares y en España en 33 mil euros" (P.499) Se cree que al día de hoy se han sextuplicado… ¡He aquí la razón del caos!.

Por todo esto, ciertos grupos, mafias o cárteles gestionan la cadena de suministro, controlando la producción y distribución de la sustancia, junto con intermediarios financieros que blanquean los capitales obtenidos. Toda una Mafiocracia al existir "empresas legales dedicadas al lavado de dinero" [...] "Con la complicidad de los otros señores del narco: policías, militares, agentes del ministerio público, gobernadores, alcaldes, diputados, senadores y muchos empresarios. Todos ellos son eje central en los carteles de la droga" (Los Señores del Narco, 2014)

UNA VISIÓN ALTERNATIVA

¿Cómo, en el mundo occidental, la totalidad de estas sustancias que han sido tan interesantes para cientos de culturas por miles de años están prohibidas? 

¿Cómo estas culturas que se creen iluminadas, democráticas y científicas llegan a llamar a las plantas "ilegales"? 

Puede parecer raro, pero hay algo claramente profundo y revelador acerca de la naturaleza de estas sociedades. 

Nuestra sociedad valora conciencias alertas de resolución de problemas y desvaloriza los demás estados de conciencia. 

(DMT: la molécula espiritual, s.f.)

Todo mundo tiene derecho a una experiencia psicodélica, ya se tienen más conocimientos de algunos semi-sintéticos, no son la mejor opción ni tampoco baratos, pero sirven. El LSD, con el que seguiré insistiendo para que un día la psiquiatría en México pueda utilizarlo para salud mental; pues la educación emocional no se brinda en las escuelas ni en las universidades públicas. 

Es un hecho lo que declaró el psicólogo oportunista Timothy Leary:

• “Estamos ahora, lo queramos o no, en la era psico-química. En el futuro no se tratará sobre qué Dios ni que libro lees, sino sobre que químicos utilizas para abrir o cerrar tu conciencia. Los químicos nos pueden ayudar a aprender más rápidamente, los químicos nos ayudan a expandir o contraer nuestra conciencia”